¿Que necesito para la cuna del bebé?

La verdad que hasta que no asistí al curso de preparación al parto al que me apunté en mi seguro privado, no me di cuenta de la importancia que podía tener elegir elegir bien las cunas para bebes, ya que pensaba que con la cuna que nos dejara cualquier familiar nos podía valer sin pararnos a detenernos en las medidas de seguridad que debía tener.

En el curso la matrona insistió que el paso a la cuna se producirá, por norma general, entre el sexto y el noveno mes que es cuando el bebé ya empieza a mantenerse sentado e incluso en algunos casos ya intenta sostenerse de pie, con lo que es normal que en muchas ocasiones pierda el equilibrio y se puede golpear contra los barrotes de la propia estructura de la cuna, así que nos remarcó la importancia de que la madera no tenga ninguna astillo ni cantos rectos que puedan ocasionar heridas ante una posible caída.

 

También es normal que el bebé quiera mordisquear todo, y no es raro que pueda intentar babosear la madera de la cuna ya que está empezando a descubrir nuevas sensaciones y desarrollando el sentido del gusto, así que es vital que la cuna haya sido barnizada o lacada con pintura hipoalergénicas.

Todo lo referente al textil también es importante, no solo elegir un edredon y protector cuna con las dimensiones adecuadas para que ocupe todo el perímetro de la estructura, sino también que tenga una composición 100% algodón y que sus tintes sean también hipoalergénicos, de esta forma disminuimos los riesgos de que salta algún tipo de irritación o alergía en la piel de nuestro pequeño. Evidentemente todavía más importante es que las sábanas tengan esta misma composición, ya que encima es lo que está en contacto directo con el recién nacido. Por esta razón es muy importante elegir todo esta vestidura que esté fabricada en España o en algún país que nos inspire buena confianza.

El último aspecto que nos recomendó la matrona fue el aspecto del colchon cuna, ya que por defecto siempre compramos el primero que vemos que suele ser de espuma bastante dura. En los cursos nos advirtió que el colchón debe tener dos características fundamentales, la primera es la transpirabilidad para que se sienta muy axfisiado el niño o niña, y además estaba demostrado que disminuía la probabilidad de sufrir el síndrome de la muerte subita del lactante.

Y el segundo aspecto, es que no es conveniente que sea el colchón muy firme ya que puede influir en el desarrollo de la columna o de la cabeza del propio recién nacido, ni tampoco muy blando ya que aumenta el riesgo de muerte súbita. Nos aconsejó que los mejores materiales eran los colchones de viscoelástica o de látex natural (no sintético) sin contaba con un buen sistema de ventilación.

Así que fijaros lo bien que me vino realizar los cursos de preparación al parto, para algo que pensamos tan sencillo nos dio unas recomendaciones vitales para la salud de nuestro bebé.