Antes de nacer mi hijo, uno de los productos que más me llamaba la atención cuando entraba en las tiendas de puericultura eran los cojines antivuelco, ya que tiene una composición un poco rara y cualquier podría pensar que tiene una utilidad totalmente distinta a la que realmente posee. Cuando la dependienta decía que servía para el bebé durmiera cómodo en los primeros meses de su vida, yo la miraba con una cara rarísima.
Pero cuando realmente te das cuenta de la utilidad que puede tener un cojin antivuelco es cuando realizas los cursos de preparación al parto con la matrona, ya que primera te explicar que es muy recomendable que el bebé nunca duerma boca abajo ya que según las estadísticas de la muerte súbita este es un factor muy destacado, y al tener esos dos cojines cuadrados se evita que cuando pones al bebé de lado o boca arriba evitas que se de la vuelta sobre si mismo.
Evidentemente, el disminuir la probabilidad de muerte súbita ya es una utilidad más que por sí suficiente, pero aún así cuando la matrona nos habló del desarrollo del cuerpo del bebé nos explicó una ventaja adicional, que aunque no es muy preocupante sí que se suele dar en muchos bebés.
Ya parece que está totalmente recomendado por el sector de la pediatría que los bebés deben dormir boca arriba, pero en concreto una gran masa de pediatras y matronas incluso aconsejan que es mejor hacerlo ladeado, ya que si están boca arriba por completo y regurgitan tienen el riesgo de poder ahogarse con su propio vómito, así que tenemos dos opciones que siga estando panza arriba pero le ladeamos la cabecita hacia un lado (pero aún así tenemos el riesgo que enderece la cabeza) o recostarlo un pelín ladeado que es lo que habilita este tipo de cojines.
Pero hay que tener cuidado, y debemos alternar cada vez el lado sobre el que recostamos al bebé, ya que si siempre lo ladeamos sobre el lado derecho, corremos el riesgo de que su cabecita sufra una malformación, llamada también plagiocefalia, que en definitiva es que tenga la cabeza achatada en vez de toda redonda. Ya que cuando son bebé su masa encefalográfica es todavía muy blanda y puede afectar a la forma que adquiera en el futuro.
Así que en realidad los beneficios de este tipo de cojín antivuelco son dos:
Evitar que duerma boca abajo y reducimos así el riesgo de muerte súbita del lactante.
Nos facilita ladear la cabecita del bebé a un lado u otro, de forma que evitamos una malformación en su cabeza.
¿Un bebé duerme más cómodo con un cojín de estos? Yo verdaderamente dudo que aumente la comodidad, ya que debemos tener en cuenta que cuando son tan pequeños se duermen en cualquier sitio y en posturas inverosímiles durante horas, pero tan solo con prevenir los dos riesgos anteriores de la muerte súbita y la plagiocefalia ya hacen que la inversión en este artículo sea de los más rentable.
